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viernes, 22 de febrero de 2013

Fenómeno OVNI explicado por la ciencia

Según científicos de la Universidad de Tel Aviv, Israel, muchos de los avistamientos de objetos voladores no identificados podrían ser productos de la naturaleza y pueden ser explicados mediante una rara combinación entre nubes de tormenta, electricidad, luz y – cómo no- una mente dispuesta a ver un OVNI donde no lo hay. Parece que nos vamos quedando sin misterios, sin historias acojonantes para contar por las noches alrededor del fuego.

Antes de comenzar, tenemos que recordar que se considera un OVNI a cualquier objeto volador no identificado. Es decir, si ves algo que está volando y no sabes qué es, pues es un OVNI. No hacen falta enanitos verdes asomándose por escotillas ni cabezones grises de ojos saltones abduciendo ganado para que se trate de un fenómeno de este tipo. Cuando uno ve el número enorme de reportes de OVNIs que se registran cada año, no tiene otra alternativa que suponer que hay una explicación bien terrestre para ellos.

Parece ser que muchos de los avistamientos pueden explicarse a partir de un fenómeno natural conocido como “sprites”. Los sprites son unos destellos de luz que se dan en la atmósfera como resultado de las descargas eléctricas que se producen durante las tormentas. Estas luces, que parecen danzar sobre las nubes, han sido reportadas varias veces, pero no se investigaron en profundidad hasta hace un par de décadas. Efectivamente, aunque los sprites han estado allí arriba durante millones de años, se descubrieron por primera vez y por absoluta casualidad en 1989, cuando un investigador calibraba una cámara fotográfica que utilizaba para fotografiar las estrellas.


Los sprites han estado allí arriba durante millones de años

Los científicos de la Universidad de Tel Aviv han descubierto que estos sprites se mueven a través de la atmósfera a una gran velocidad y a veces siguiendo trayectorias completamente enredadas. Esto parece coincidir con los testimonios de los que dicen haber visto OVNIs que realizan giros cerrados a altísimas velocidades. Al no tener masa (solo se trata de luz), un sprite puede hacer cosas realmente curiosas en el cielo. También explicaría la manera en que estas escurridizas (y supuestas) naves extraterrestres se esconden dentro de las nubes emitiendo misteriosos destellos que se ven desde el exterior.

El profesor Colin Price, jefe del departamento de Geofísica y Ciencias Planetarias en la Universidad de Tel Aviv, dice que las tormentas eléctricas son el catalizador de un fenómeno natural. Price y sus colegas han conformado uno de los principales equipos del mundo especializados en el análisis científico del fenómeno OVNI. Por lo pronto, Price asegura que los sprites aparecen sólo en el hemisferio norte y durante el invierno. Eso deja a los chalados de los extraterrestres un buen margen para contraatacar y retarlo a que explique los avistamientos que se producen en verano y en el hemisferio sur.


OVNI abduciendo ganado. Juro que lo vi.

Este fenómeno “se produce encima de la mayoría de las tormentas”, explica Price, “pero no los habíamos detectado hasta hace relativamente poco. Surgen muy alto en el cielo y duran sólo una fracción de segundo.” Son destellos de luz que aparecen en la atmósfera superior, entre los 70 y 110 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Esta es una altura mucho mayor a los 15 o 20 kilómetros donde se producen por lo general los rayos. “Los rayos de la tormenta aumentan la intensidad del campo eléctrico, produciendo un destello de luz que llamamos sprite”, agrega Price. La ciencia, una vez más, se encarga de quitarnos el misterio de lo desconocido.

Asteroide 2012 DA14 Trayectoria cercana a la tierra


2012 DA14

El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) realizará a través de varios de sus telescopios el seguimiento del asteroide 2012 DA14, que pasará la noche del próximo viernes muy cerca de nuestro planeta, y podrá ser seguido por los internautas vía online.

La observación del asteroide, para la que se necesitará instrumentación adecuada como prismáticos o telescopios, será posible a eso de las 20.30 horas (hora canaria) y media hora antes en la Península (21.00 horas, hora local), pudiéndose consultar una guía de observación del asteroide en la página web del IAC (www.iac.es).

Desde el Observatorio del Teide, el telescopio OGS (ESA) será utilizado para retransmitir en directo por televisión y a través del canal de la ESA en Livestream.com. También podrá seguirse a través del proyecto europeo de ciencia ciudadana GLObal Robotic Telescopes Intelligen Array for e-Science (Gloria) a través de la red.

Miquel Serra, investigador del IAC, ha detallado que las observaciones se llevarán a cabo desde diez telescopios ubicados tanto en los observatorios del IAC en Canarias como en distintos puntos de la Península. La retransmisión, que empezará el viernes a las 19.00 horas (hora local canaria), podrá seguirse desde los portales sky-live.tv y live.gloria-project.eu.

El asteroide 2012 DA14, de entre 40 y 50 metros de diámetro, transitará a unos 27.700 kilómetros de la superficie terrestre a una velocidad cercana a los 28.000 kilómetros/hora. Con todo, será el asteroide que batirá un récord en cercanía a la Tierra desde que se pueden predecir las órbitas de estos objetos. De hecho, atravesará el cielo a una distancia menor que la de muchos satélites geoestacionarios, que orbitan a unos 35.800 kilómetros.

"Si la Tierra fuera una pelota de tenis de 6,7 centímetros, la Luna sería una canica de dos centímetros situada a dos metros de distancia. El asteroide, a esa escala, pasará a tan sólo 14 centímetros de nuestro plantea", aclara el astrofísico del IAC Alfred Rosenberg, quien añade que la 'roca' "no será visible a simple vista", pues sería como "intentar ver un trozo de carbón del tamaño de un balón de balonmano a cien kilómetros de distancia".

LA HISTORIA DE 2012 DA14

2012 DA14 fue descubierto el 22 de febrero de 2012 y tiene sello español, ya que fue en La Sagra (La Sagra Sky Survey), un observatorio robotizado ubicado en la sierra de Granada, donde se observó por primera vez. El asteroide pasaba, de esta manera, a engrosar al registro de NEO --acrónimo de Near Earth Objects-- que la comunidad científica trata de localizar y monitorizar.

Según explica Rosenberg, "hay NEO de todos los tamaños: la mayor parte de los asteroides de grandes dimensiones han sido localizados y cada vez son más los cuerpos medianos y pequeños que pasan a engrosar la lista".

EL IMPACTO DE UN ASTEROIDE

Para valorar la peligrosidad de un asteroide, según explica el astrofísico del IAC, hay que analizar su masa y la velocidad relativa a la Tierra en el momento del choque, es decir, la energía cinética con la que impacte.

Rosenberg apunta que, si bien depende de las características particulares, en términos generales un asteroide de 50 metros o menor causaría daños relativamente pequeños, similares a los ocurridos en Tunguska (Rusia) en 1908. Además, matiza que tres cuartas partes del planeta son océanos y hay grandes extensiones poco pobladas, por lo que probablemente no causaría grandes daños.

A la hora de hablar de impactos de asteroides, el investigador del IAC dice que la pregunta no es tanto si ocurrirá o no, sino cuándo, pues el polvo interplanetario "cae sobre nuestras cabezas continuamente".

De hecho, aclara que no es infrecuente que piezas de unos pocos centímetros o algo más de un metro lleguen al suelo terrestre. Los asteroides realmente peligrosos --de un kilómetro en adelante-- alcanzan la Tierra en contadas ocasiones. La última vez que cayó un asteroide de unos diez kilómetros de diámetro, hace 65 millones de años, provocó la extinción del Cretácico-Terciario, que fue un periodo de extinciones masivas, incluidos los dinosaurios.

BUSCANDO ASTEROIDES

Como relata Rosenberg, la búsqueda de asteroides de forma sistemática comenzó a mediados de la década de los 90. "La robotización de telescopios, la aparición de cámaras mayores, más sensibles y rápidas, la observación en rangos del espectro más convenientes o los telescopios situados en el espacio han facilitado la tarea de encontrar y estudiar estos escurridizos objetos", señala el investigador.